Operación Condor

De Nexus

[La información a continuación proviene del ensayo de J. Patrice McSherry titulado "Operation Condor as a Hemispheric "Counterterror" Organization" (Operación Condor como una organización antiterrorista hemisférica), publicado en When States Kill: Latin America, the U.S., and Technologies of Terror (Cuando los Estados asesinan: Latinoamérica, los EEUU y las tecnologías del terror), editado por Cecilia Menjívar y Néstor Rodríguez, University of Texas Press, Austin, EEUU, 2005.]

Resumen

Operación Cóndor (OC) fue un sistema ultra secreto operativo y de inteligencia a nivel interamericano que funcionaba en una arquitectura de seguridad hemisférica más amplia. Informes varios indican que los oficiales de OC utilizaban estructuras militares e inteligencia interamericanas-incluyendo la red oficial de telecomunicaciones de EEUU, la Conferencia de Ejércitos Americanos, la ["soa.html" Escuela de las Américas] [SOA] de EEUU, el sistema regional de agregados militares y la Junta de Defensa Interamericana-para la planeación y los operativos de OC.

La evidencia documental demuestra que al menos un secretario de Estado (http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Kissinger) aprobó los operativos contrainsurgentes transfronterizos de las dictaduras militares en el marco de OC. La evidencia oficial indica que funcionarios de seguridad nacional de EEUU dieron una virtual carta en blanco a los militares de OC y a sus salvajes campañas contrainsurgentes y condonaron o endosaron la OC; también indica que el personal estadounidense ayudó directamente en algunos operativos transfronterizos de OC. Algunas agencias militares y de inteligencia de EEUU trabajaron estrechamente con las organizaciones de inteligencia que llevaron a cabo los operativos de OC.

Los operativos de OC coinciden con la doctrina estadounidense antiterrorista-el uso del "terror contra el terror"-y se realizaron en el contexto más amplio de la "defensa hemisférica" antisubversiva (operativos contrainsurgentes supranacionales). OC era un sistema profesionalizado y racionalizado de terror, con avanzadas comunicaciones e infraestructura. Tenía acceso a considerables recursos nacionales e internacionales y operaba con estructuras de mando formales, cursos especializados de capacitación y centros operativos en cada país. OC era un moderno sistema burocrático que aplicaba conceptos científicos y tecnología avanzada a fin de hacer más letales sus operativos represivos y más eficaz el control social. OC develó que la región tenía una doctrina antisubversiva en común, y compartía la oculta guerra estratégica antiterrorista, que cundió en toda la región por medio de estructuras interamericanas e intercambios de militar a militar. En esencia OC representaba la internacionalización del terror del Estado.

Información adicional

Operación Cóndor (OC), la red de inteligencia militar latinoamericana de los años 70, funcionaba dentro de, o en forma paralela a, las estructuras del más amplio sistema militar interamericano, liderado por Estados Unidos. OC, clandestino programa interamericano de represión política, fue un componente ultrasecreto de la estrategia continental diseñada para evitar y revertir la irrupción de movimientos en Latinoamérica que luchaban por el cambio político o estructural.

La relación de EEUU con OC en toda su extensión se desconoce, pero seguramente era más profunda de lo que se ha reconocido públicamente hasta hoy. El Pentágono, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otras agencias de seguridad de EEUU se han negado a desclasificar más que unos pocos documentos muy censurados.

A partir de, en especial, la Revolución Cubana de 1959, el aparato de seguridad de EEUU reorientó, reformuló, expandió y movilizó, en forma dramática, el sistema de seguridad hemisférico hasta entonces existente, a fin de combatir la amenaza de la subversión de inspiración comunista.

La CIA trabajó en coordinación con SOUTHCOM y con las estructuras de inteligencia militar de EEUU para ayudar a crear unidades de inteligencia militar en Latinoamérica a fin de centralizar los esfuerzos antisubversivos y entrenar a las fuerzas armadas en guerra sicológica, tácticas contraguerrilleras, interrogaciones, y otras técnicas de "guerra especial" para los fortalecidos programas de seguridad interna.

La doctrina antiterrorista-que era y sigue siendo mayormente secreta-pugnaba por la formación de escuadrones clandestinos de "acción especial" que utilizaran métodos de terror, como los secuestros y asesinatos.

Detrás del paradigma estratégico de Washington estaban sus intereses militares, económicos y políticos: la contención y derrota del comunismo, el acceso a materias primas y a mercados en el mundo en desarrollo y la estabilidad de gobiernos pro-EEUU en áreas geográficas de su interés. Un documento secreto del Departamento de Estado de EEUU de septiembre 1962, "United States Overseas Internal Defense Policy" [Política de Estados Unidos para la Defensa Interna en Ultramar] aclaró cuáles eran esos intereses y abogó por la creación de fuerzas contrainsurgentes aun en casos en que no existieran insurgentes.

Los manuales de entrenamiento del ejército de EEUU y de la CIA, desclasificados a mediados de los 90, brindan la evidencia documental de que instructores de esas instituciones instruían prácticas como el uso de toques eléctricos, de drogas e hipnosis a fin de inducir la regresión sicológica, el uso secuencial de privación sensorial, y otros métodos de interrogación, así como formas para asesinar y el uso de amenazas y el secuestro de familiares, a fin de quebrar la resistencia del prisionero.

El gobierno de EEUU entrenó a decenas de miles de oficiales latinoamericanos en centros de entrenamientos interamericanos, brindaron apoyo tecnológico para la guerra contrainsurgente, y ofrecieron inteligencia, consejos, financiamiento y otras formas de apoyo para las campañas contrainsurgentes latinoamericanas.

El gobierno de EEUU, el poder hegemónico en el hemisferio y en todo el mundo no comunista, internacionalizó su agenda de seguridad anticomunista y contrarrevolucionario a través de la imposición de una doctrina de seguridad continental y el establecimiento de la maquinaria del sistema de seguridad interamericano...Con el tiempo las instituciones militares en la región adoptaron la misión contrainsurgente. Cada cuerpo militar adaptó la doctrina y la estrategia a su contexto nacional y la represión política se expresó de distinta manera en distintos países. Pero los contrainsurgentes compartían objetivos clave: rehacer permanentemente a sus Estados y sociedades, eliminar a actuales y potenciales "enemigos internos" y consolidar el poder militar como eje central en la vida política de la nación.

Bajo el régimen militar poco se diferenció entre el desacuerdo pacífico, la oposición política, la subversión y el comunismo. Al operar con los principios del Estado de seguridad nacional, las fuerzas de seguridad en la región catalogaron y reprimieron a personas por sus ideas políticas más que por presuntos actos ilegales.

Las fuerzas militares que participaron en actividades de OC realizaron prácticas terroristas para destruir la "amenaza subversiva" en su propia sociedad y también en países vecinos, lo cual fue un paso radicalmente nuevo en la región. La OC reprimió a exiliados y refugiados políticos que se consideraban enemigos del Estado. Los objetivos más amplios eran sectores rebeldes de la sociedad y movimientos populares que demandaban cambios democráticos o sociales. Las desapariciones y los asesinatos de OC demostraron que los opositores a los Estados de seguridad nacional no encontrarían refugio en ninguna parte del mundo. Se violaron con impunidad las tradiciones de refugio político y éstas se volvieron irrelevantes.

Según documentos desclasificados de EEUU, el sistema Cóndor tenía tres niveles. El primero se basaba en la cooperación mutua entre servicios de inteligencia militar...El segundo abogaba por acciones secretas: operativos organizados entre distintos países para detener y desaparecer a disidentes...El tercero...llamado Fase III, preveía la formación de equipos especiales de asesinos...que viajaran por el mundo para eliminar a "enemigos subversivos".

En 1976 la eficacia del sistema Cóndor mejoró gracias a una base de datos de inteligencia computarizada y al sistema de telecomunicaciones llamado Condortel. Condortel vinculó a los países "Cóndor" [Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay] y les permitió coordinar con más eficiencia la inteligencia y los operativos transnacionales. De hecho una fuente militar de Argentina le comentó en 1976 a un contacto de la embajada de EEUU que la CIA había jugado un papel clave al establecer los vínculos computarizados entre las unidades de inteligencia y operaciones de los seis países Cóndor [Ecuador se unió después]. De hecho ningún país en Latinoamérica tenía la capacidad tecnológica para establecer semejante sistema. Nueva evidencia adicional apunta a una profunda participación del ejército de EEUU y del sistema militar interamericano a fin de apoyar los operativos de la coordinación antiterrorista de OC.

[El embajador de EEUU en Paraguay Robert] White subrayó la importancia del vínculo Cóndor con la base en Panamá [de SOUTHCOM] al indicar que su conversación con [el comandante de las FFAA paraguayas Alejandro] Fretes lo había convencido que el gobierno de EEUU estaba íntimamente involucrado con OC. Al recordar la conversación, White dijo en 2001 que Fretes le dijo posteriormente que los operativos Cóndor "se dirigía desde la [SOA]-Escuela de las Américas (SOA por sus siglas en inglés). La base de Panamá sin duda era el centro del esfuerzo de contrainsurgencia a nivel continental. Según un graduado militar de la SOA, "la escuela siempre había sido una fachada para otros operativos especiales, operativos clandestinos".

Estos ejemplos sugieren que los oficiales de OC operaban al interior de organizaciones y de infraestructuras de seguridad interamericanas para coordinar y expandir las campañas antiterroristas y antisubversivas de OC. El sistema interamericano, ya de por sí enfocado en una cruzada anticomunista, en esencia albergó un aparato transnacional de terror estatal.

La evidencia reciente indica que se les informó a altos oficiales de EEUU sobre OC y de los operativos antiterroristas de OC. En 1999, por ejemplo, una fuente militar argentina de alto nivel-conocedora de los secretos de la junta argentina desde 1976-dijo que durante una reunión el 10 de junio, 1976 en una conferencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Santiago, el secretario de Estado Henry Kissinger reafirmó a las juntas militares de Chile y Argentina el apoyo y la cooperación de la administración de Ford para los operativos contrainsurgentes-y para OC. De hecho varios de las víctimas de Cóndor, y varios jueces en Latinoamérica y Europa, sospechan que Kissinger estaba bastante más involucrado en Cóndor. Jueces en Francia, Chile y Argentina han solicitado oficialmente su testimonio en casos relacionados con crímenes de OC y, en 2002, abogados de derechos humanos en Chile hicieron una denuncia criminal contra Kissinger por su papel en la organización de la red Cóndor.

La minuta de una conversación privada entre Kissinger y Pinochet el día antes de la reunión de la OEA en junio de 1976 revela que en esencia Kissinger le dijo al general que no hiciera caso de su próximo discurso sobre derechos humanos, ya que el gobierno de EEUU apoyaba la dictadura de Pinochet. Parece que, en efecto, Kissinger tenía una actitud pública hacia Cóndor y otra oculta.

Los oficiales de inteligencia de EEUU estaban perfectamente enterados del programa de asesinatos y de su alcance global. Otros documentos desclasificados indican que aun después del doble asesinato de Letelier y Moffitt (http://www.memoriaviva.com/Ejecutados/Ejecutados%20M/ronnie_moffitt.htm) en las calles de Washington, los altos oficiales del gobierno de EEUU no hicieron nada para detener la OC.