EL JAPÓN (año 1929)
por JIDEKO SELLÉS ÓGUINO DE VIDAL

Las mascarillas japonesas, tan características, denotan una prodigiosa agudeza de observación y una poderosa fuerza expresiva. La del grabado corresponde a un tipo Mambi, jovencita de cara risueña.

El arte de tejer la seda llegó al Japón a través de Corea. Se teje desde el siglo VII, y su técnica ha sido perfeccionada por los habilidosos hijos del Imperio del Sol Naciente. En el siglo X se comenzó a incluir en el tejido hilos de oro y plata y perlas. En el siglo XV el Japón producía brocados con filetes dorados que se obtenían frecuentemente con papel vegetal. En este siglo dominaban en los tejidos las ornamentaciones geométricas. A partir del siglo XVI se impusieron los arabescos de estilo persa con motivos de animales. Desde el siglo XVII los tejedores japoneses se libertaron de influencias extranjeras y surgió la moda de las telas ricamente decoradas, con vivos colores exquisitamente armonizados.

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